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Numerosos estudios psicológicos
demuestran que los niños que han tenido oportunidad de jugar libremente con
muñecas y muñecos se convierten en adultos muy cariñosos y solícitos con sus
hijos.
Sin embargo, a muchos padres les
inquieta que su hijo varón juegue con muñecas. Y no tienen por qué. Primero,
porque los roles de género han cambiado mucho, y esto ya se refleja en el juego
de los niños. Y segundo, porque hasta los cinco o seis años, cuando la
identificación sexual lleva a los niños y niñas a diferenciarse en sus juegos,
es normal que ambos se interesen por todo tipo de juguetes, incluidos los que
tradicionalmente se asocian al otro sexo.
LES AYUDAN A ENTENDER TODO
Los muñecos y muñecas son juguetes
simbólicos y al jugar con ellos, los pequeños imitan a los adultos, algo que
les enseña nuevas actividades, les ayuda a mejorar sus habilidades y les lleva
a ponerse en el lugar de los demás.
Hacer de papás y mamás, anticipándose
al rol que probablemente ejercerán dentro de unos años, es el modo más
divertido de prepararse para el futuro y de comprender el presente.
ASÍ SUPERAN SUS MIEDOS
Jugando con los muñecos, a los niños y
niñas les resulta más fácil expresarse. Y es que éstos son juguetes afectivos,
a los que se les puede hacer partícipes de los propios sentimientos. Si el
pequeño está contento, abrazará a su muñeca; si está nervioso, la tirará de los
pelos...
Con los muñecos, los niños y las niñas
asimilan sus vivencias, se conocen mejor y fortalecen su autoestima. El
psicoanalista B. Bettelheim afirmaba que si dejamos que los niños jueguen a su
aire, aprenden a solucionar sus problemas. Esto cobra aún más sentido en el
caso de los juegos con muñecosPor ejemplo, a Paula, de dos años, le cuesta ir a
dormir. Por eso cuando juega con su muñeca, pone mucho énfasis en mandar a su
“hijita” a la cama y en convencerla de lo bueno que resulta para ella
descansar. Así Paula va asimilando y aceptando las normas y puede llegar a entender
(o al menos, a intuir) que sus padres no la acuestan para fastidiarla.
Y si se trata de un niño tímido, que
bloquea sus sentimientos por miedo a la reacción de los demás, jugar con sus
muñecos le permite volcarse ante ellos y manifestarse como es, sin que ellos le
recriminen, y esto le ayuda a ir adquiriendo más confianza en sí mismo.
Jugar con muñecos y muñecas favorece el
desarrollo de los niños y niñas. Por eso hay que dejarles entretenerse con
ellos libremente, sin cohibirles, para que puedan beneficiarse de todas las
ventajas que les reportan estos entrañables compañeros de juegos.
EL MUÑECO IDEAL PARA ELLOS
Al comprar un muñeco a tu hijo o hija
de dos años, es importante que tengas en cuenta lo siguiente, pues así te
aseguras de que va a gustarle y a beneficiarle mucho:
Sencillo, para que le ayude a
desarrollar la imaginación.
Blandito y no muy grande, para que
pueda abrazarlo bien.
Lavable, para evitar que acumule
microbios.
Agradable, para que el pequeño quiera
tenerlo como amigo.
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